El proyecto de The Shoe That Grows (“El zapato que crece”) nace en 2007 mientras Kenton Lee trabajaba en Nairobi, Kenia.  Un día, mientras se dirigía a la iglesia paseando al lado de una niña calzada con unos zapatos extraordinariamente pequeños, se dio cuenta de un grave problema al que nadie había dado solución. «¿No sería genial si hubiera un zapato que pudiera ampliarse para que los niños siempre tengan un par de zapatos que les valgan?» En ese mismo instante su pregunta se convirtió en proyecto. Fundó la plataforma Because International: una organización sin ánimo de lucro que busca «soluciones caritativas prácticas» para los territorios más desfavorecidos. Su primer proyecto fue un calzado ajustable que puede crecer a la vez que el niño y protegerlo de las enfermedades transmitidas por el suelo. Keaton Lee cuenta que «más de dos mil millones de personas, entre los que se encuentran 300 millones de niños, sufren enfermedades transmitidas por parásitos que se encuentran en el suelo debido a la falta de ropa o calzado». El zapato está fabricado con cuero, caucho comprimido y broches. «Materiales simples y sin partes mecánicas de engranajes que se rompan. Fácil de limpiar y fácil de usar», explica el fundador. «Con la ayuda de broches y correas ajustables, puede crecer hacia el frente, hacia atrás y hacia los lados para adaptarse a cinco tallas diferentes. Y gracias a los materiales de calidad tienen una duración de cinco años, a pesar del uso intensivo». En enero de 2014 la organización logró reunión los fondos suficientes para producir y distribuir 1.000 pares de zapatos a niños en Kenia. Muy pronto enviarían otros 5.000 pares. Para colaborar con este proyecto puedes hacer una donación, en forma de compra de zapatos, o adquirir una bolsa de 50 pares de fácil transporte que tu mismo puedes llevar en un avión. «Esta organización lo que busca es escuchar a los que viven en la pobreza extrema para atender sus pensamientos, sus ideas y sus sueños de una vida mejor. Y luego trabajar juntos para ayudar a que esas ideas se hagan realidad. Unos simples zapatos que le queden bien a un niño pueden mantenerle saludable y feliz. Listo para dar el siguiente paso para su futuro». The Shoe That Grows